Tenía muchas expectativas de este libro, pero, al igual que su final, insípido, me ha parecido su ritmo.
La vida de un burócrata detrás de una pila de papeles inservibles es más emocionante que la vía y la gallardía (nula) de estos soldados.
Una novela maravillosa, donde la espera es el peor enemigo del protagonista.
Tristísimo. Es un libro de esos que al terminarlo es difícil de superar, que te deja con un vacío grande porque se hace parte de ti. Una hermosa, pero a su vez desgarradora, alegoría de la vida...