de todo el mundo sabido la paciencia que hay que tener con sus novelas cuando Balzac va poniendo lentamente en su lugar sus diversos componentes: la descripción de la ciudad, la historia de la profesión, la enumeración morosa de las partes de la casa, el interior y el exterior, la propia familia, la fisonomía del protagonista y su ropa, sus aficiones y su emploi du temps favoritos; en suma, todos los diversos tipos de discurso que como materia prima debían fusionarse en esa nueva forma, pero