Ave Barrera

«TODO TIENE REMEDIO» y en letras chiquitas «(salvo el amor, la muerte y estar feo)».

La restauración es una labor de escucha. Es pararse en el espacio o frente al objeto, acercar el oído y aguardar a que el silencio coloque en la mente la imagen de cómo sería sin el daño.

habitar es apropiarse de un espacio con acciones reiteradas y amorosas.

de ti como te olvidaste tú de mí, habré de bañarme en las aguas del Leteo, habré de enjabonarme tu nombre, tallarlo de mi alma y después dormir para siempre…

Todo es cuestión de esperar. Esperar y controlar el dolor. Quedarse bien quieto para que el dolor no me llene los pensamientos. Entonces sí estaría perdido.

Tal vez la maternidad sea una caja de resonancias infinitas. El afluente sanguíneo donde se juntan la madre, la abuela, la bisabuela, las mujeres que nos vuelven una constelación de miradas e historias.

Muchas personas, hombres y mujeres, me han querido coptar para la amplia secta de los Reproductores

Había pagado el precio, me había despojado de un pequeño fragmento de mí, así que me correspondía algo a cambio de ese sacrificio propiciatorio, era lo justo.

Veo a una mujer que se aproxima y me pasa de largo. Soy yo. Reconozco mi cara en el instante en que nos cruzamos. La mujer se entrega a la fuerza oscura que me persigue y el horror que eso me causa me impulsa a seguir corriendo aunque sé que me acerco al final. Sé que tendré que arrojarme a las olas para que sea el mar quien me trague

Vestir la casa me permite evocar un aspecto de la restauración más maternal y cálido. No se trata ya de hacer que las cosas funcionen, sino de dar al espacio su cualidad hogareña