François Hartog

Cronos, aprehendido en forma de devenir y trabajado por el progreso, es lo que explica el universo

Este “desarrollo regular”, concebido sobre el modelo de la embriogenia, conduce a “la lenta formación de la humanidad”, es decir, el “progreso hacia la conciencia”.82 En un segundo nivel, propiamente histórico, el progreso (en el sentido hegeliano) es el momento en que la humanidad, por primera vez, “se comprende y reflexiona”.

Mientras que, para los cristianos, el punto de vista desde el cual todo se revela es la Encarnación, para Renán, la revelación está (todavía) por venir; será ese momento en que la humanidad llegue a la plena autoconciencia.

En su lenguaje, ese día será el día en que la humanidad será un Dios perfecto, y ya no in fieri (en potencia), puesto que, en todo y para todo, es necesario sustituir el devenir con el ser, como subraya, en 1863, en su Carta a Marcellin Berthelot.

A través de un personaje de sus Diálogos Filosóficos, a quien llama Teoctisto, el fundador de Dios, Renan aparece como un sabio loco, permitiéndose fantasmagorías en comparación con las cuales los transhumanistas de Silicon Valley casi pasarían por amables aprendices, un poco timoratos.

La diferencia con los transhumanistas de hoy es que éstos tienen como proyecto presentificar el porvenir: el hombre transformado y aumentado es ahora.

El Estado no debe involucrarse, máxime que el espacio público está totalmente gobernado por el tiempo cronos. “La religión debe convertirse en algo completamente libre, es decir, algo de lo que el Estado no se ocupa”.93 Es por eso que fue reconocido y honrado por la Tercera República como un defensor de la separación de la Iglesia y el Estado y defensor del laicismo.

En 1889, el metro estándar y el kilogramo se establecieron oficialmente, enterrados en el Pavillon de Breteuil en París. La ciencia es reconocida como la medida de todas las cosas, y el sistema métrico decimal es su profeta.

En 1884, la adopción del meridiano de Greenwich como meridiano origen, que permitía una sincronización del mundo, convierte a Greenwich en el “pivote” del tiempo del mundo (el tiempo universal).

Pero las consecuencias en el plano teórico no fueron menores, pues se trata de la teoría de la relatividad, enunciada por primera vez por Albert Einstein en 1905. En efecto, el sistema de sincronización de relojes concebido por Einstein “reduce el tiempo a una sincronicidad procedimental, ligando los relojes unos con otros por medio de señales electromagnéticas”.95 El tiempo absoluto de Newton estaba muerto. Con la teoría de la relatividad, ya no hay un tiempo de referencia o reloj central.