Pero ver la ciudad bajo esta óptica, continuaba Popham, era no saber verla. El mapa de una ciudad integrada al que la gente está acostumbrada en Nueva York o París no es un concepto japonés. Tal integración, explica Popham, tiene «un tipo de belleza que los japoneses no buscan».[294] En cambio, sienten una «vinculación con ciertos edificios y espacios de la ciudad, cada uno por separado, con sus elementos distintivos, su estilo, su carisma o su encanto»