el niño nació con daños cerebrales. Y en Estados Unidos, como en la mayoría de los lugares del mundo, cuando eres madre soltera de un niño retrasado, puede decirse que tu suerte está echada. Seguro que habrá alguna película mala que sostiene que eso no es así, que puedes encontrar el amor, estudiar una carrera y otras cosas por el estilo. Pero no deja de ser una película. En la vida real, desde el momento en el que te dicen que tu hijo sufre retraso mental, es como si te colgaran por encima de la cabeza un cartel con luces de neón parpadeantes que dijera «game over».