es

Lawrence Weschler

  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted2 years ago
    concluyendo finalmente, de manera sucinta:

    Cualquier cosa que sea extraña.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted2 years ago
    Museo Mütter. Ahora bien, yo había oído hablar del Museo Mütter y sabía que realmente existía. Había sido fundado en 1858, cuando el doctor Thomas Dent Mütter presentó su incomparable (e indiscutiblemente curiosa) colección pedagógica de rarezas anatómicas y patológicas al Colegio de Físicos de Filadelfia, donde reside (tras haber aumentado constantemente)
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted2 years ago
    Los metafísicos de Tlön —señala Borges— no buscan la verdad, ni siquiera la verosimilitud: buscan el asombro.» Y añade que «una de las escuelas de Tlön llega a negar el tiempo».
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted2 years ago
    Prometiendo limitar su lista a «solo unas pocas», Brown continúa luego enumerándolas:

    Una cabeza de elefante con los dientes molares en ella. Un animal como un armadillo, pero cuyas escamas son mucho mayores y la cola más ancha. Peces voladores muy grandes. Un caballo de mar. Pan del monte Líbano. Una rama de cedro con el fruto en ella. Grandes granadas como crecen en la mina. Una mano de sirena. Un camaleón. Un trozo de hierro, que parece ser la punta de una lanza, hallado en el diente de un elefante, habiendo crecido el diente a su alrededor. La isla de Jersey dibujada por nuestro rey Carlos II. Un trozo de madera con la sangre del rey Carlos I sobre ella. Un arpón de Groenlandia con un gran cascabel en su extremo. Muchas pinturas japonesas en las cuales pueden ser observadas sus maneras de cazar y trabajar. Un cuadro de nuestro Salvador, sobre el cual está grabada… la historia de su Pasión. Castores sacados del río Elba. Un cuadro de la matanza de los Inocentes realizado por Alberto Durero. Pinturas de diversas y extrañas aves de corral. Una barca groenlandesa. Las pieles de osos blancos, tigres, lobos y otras bestias. Y no debo omitir la liga de una novia inglesa, junto con la historia de esta, de la moda que existía en Inglaterra de que los novios se la quitaran y se la pusieran en el sombrero, lo que les parecía tan extraño a los alemanes que me vi obligado a confirmárselo, asegurándoles que yo mismo en varias ocasiones había llevado dicha liga.

    Un ensangrentado trozo de madera, un castor disecado, un colmillo de elefante, una mano de sirena, una liga nupcial y un cuadro de Durero…
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted2 years ago
    Prometiendo limitar su lista a «solo unas pocas», Brown continúa luego enumerándolas:

    Una cabeza de elefante con los dientes molares en ella. Un animal como un armadillo, pero cuyas escamas son mucho mayores y la cola más ancha. Peces voladores muy grandes. Un caballo de mar. Pan del monte Líbano. Una rama de cedro con el fruto en ella. Grandes granadas como crecen en la mina. Una mano de sirena. Un camaleón. Un trozo de hierro, que parece ser la punta de una lanza, hallado en el diente de un elefante, habiendo crecido el diente a su alrededor. La isla de Jersey dibujada por nuestro rey Carlos II. Un trozo de madera con la sangre del rey Carlos I sobre ella. Un arpón de Groenlandia con un gran cascabel en su extremo. Muchas pinturas japonesas en las cuales pueden ser observadas sus maneras de cazar y trabajar. Un cuadro de nuestro Salvador, sobre el cual está grabada… la historia de su Pasión. Castores sacados del río Elba. Un cuadro de la matanza de los Inocentes realizado por Alberto Durero. Pinturas de diversas y extrañas aves de corral. Una barca groenlandesa. Las pieles de osos blancos, tigres, lobos y otras bestias. Y no debo omitir la liga de una novia inglesa, junto con la historia de esta, de la moda que existía en Inglaterra de que los novios se la quitaran y se la pusieran en el sombrero, lo que les parecía tan extraño a los alemanes que me vi obligado a confirmárselo, asegurándoles que yo mismo en varias ocasiones había llevado dicha liga.

    Un ensangrentado trozo de madera, un castor disecado, un colmillo de elefante, una mano de sirena, una liga nupcial y un cuadro de Durero…
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted2 years ago
    Curiosamente, este espíritu de maravilla —del asombro ante el mundo— persistió mucho más tiempo en Latinoamérica que en el Norte (quizá, en parte, porque los propios pueblos nativos persistieron allí mucho tiempo, tanto como razas distintas como a través de matrimonios interraciales). Seguramente esto explica en parte la prolongada inclinación literaria latinoamericana por el realismo mágico. No por casualidad Borges es argentino. O consideremos, en este contexto, el descubrimiento del hielo al final del primer capítulo de la obra de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad:
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted2 years ago
    Claude Lévi-Strauss, recordando su llegada, en 1934, a Río, en Tristes tr
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted2 years ago
    por asentimiento. «Pero aquel ritual tenía en su centro… un defecto, un absurdo, una tragicómica invocación de la posibilidad de una negativa que, de hecho, no podía producirse (aunque solo fuera por la razón de que ninguna de las dos partes hablaba siquiera la lengua, y mucho menos entendía el concepto de propiedad que tenía la otra, etc.) y no me fue contradicho.» (p. 80.)
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted2 years ago
    Podríamos decir, tomando la expresión de Sartre, que este continente actuaba de mala fe.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted2 years ago
    n materialista histórico observa [los tesoros culturales] con prudente despego. Porque, sin excepción alguna, los tesoros culturales que estudia tienen un origen que él no puede contemplar sin cierto horror… No hay ningún documento de civilización que no pueda ser al mismo tiempo considerado un documento de barbarie. Y del mismo modo que dicho documento no está libre de barbarie, la barbarie contamina también la manera como dicho documento es transmitido de un dueño a otro». E
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