—Déjese de idealizaciones, escritor, y pase a la práctica. Una pareja no vive días felices más que durante unos cuantos meses. Después todo es cuestión de trabajo, compromisos, frustración, lágrimas. Pero merece la pena, porque el resultado es una unidad que no se debe ni a la química ni a la magia, es una unidad que hemos construido. El amor no existe por sí mismo, se edifica.