Que yo esté en paz, ser feliz y ligero tanto de cuerpo como de espíritu. Que yo esté seguro y libre de daño. Que yo esté libre de la ira, las aflicciones, el miedo y la ansiedad.
Que aprenda a mirarme con los ojos de la comprensión y del amor. Que pueda reconocer y conectar con las semillas internas de la alegría y la felicidad. Que pueda aprender a ver e identificar las fuentes internas de la ira, el deseo y la ilusión.
Que sepa cómo nutrir cada día las semillas internas de la alegría. Que sea capaz de vivir de un modo nuevo, estable y libre. Que pueda liberarme del apego y la aversión sin caer, por ello, en la indiferencia.