Fourth Wing (The Empyrean #1)

Defendiste al más pequeño con fiereza. Y la fuerza del coraje es más importante que la fuerza física.

—Eso definitivamente no fue un accidente, hermanita —habla desde la puerta.

Suspiro, moviéndome a un lado, viendo los ojos de Violet agrandarse cuando lo ve de pie en la puerta. —Te dije que conocía a los mejores maestros del veneno —murmuro en voz baja—. No fuiste sanada. Fuiste reparada.

—¿Brennan? —Ella mira a su hermano con la boca abierta en estado de shock.

En el caso de que te encuentres con un veneno que no reconozcas, lo mejor es tratar con todos y cada uno de los antídotos. De cualquier manera, el paciente morirá, pero al menos así habrías aprendido algo.

—GUÍA MODERNA PARA LOS CURANDEROS DEL MAYOR FREDERICK

—¿Por qué hiciste eso? —chillo, mis dedos buscando el agarre en sus cueros para acercarlo más. Agarro la parte de atrás de su cuello y tiro—. ¿Por qué te arriesgarías? — Dioses, si les pasa algo...

Su mirada choca con la mía. —Esa cosa iba a arrancarle un trozo a Tairn. Ustedes han salvado mi vida y ahora es mi turno. No importa lo que pienses de mí por guardar secretos, somos amigos, Violet.

—Ay, no lo sé. ¿Porque es enorme para ti y hay tres estrellas aquí mismo? —Tocando donde sólo hay una estrella en su uniforme.

Bueno, mierda. Sólo demuestra que ninguno de los dos estábamos pensando con claridad.

—Podría ser de cualquiera de tercer año. —Encogiéndome de hombros.

—¿Con un escudo de Fourth Wing en el hombro? —Ella arquea una ceja.

—Eso lo limita un poco, —Estoy de acuerdo.

—¿Y un emblema de líder de vuelo bajo esas estrellas? —Se burla.

—Estaré bien —prometo—. A quien no pueda vencer en un desafío, simplemente lo envenenaré.

Él no se ríe.

—Vamos, vamos a llevarte a la cama. —Inclinándome, beso la cicatriz en su ceja—. Será mañana cuando te despiertes.

—No te merezco. —Su brazo se enrosca alrededor de mis caderas y tiro de mí más cerca —Pero voy a conservarte de todos modos.

—Sí, bueno, soy su… —Abro la boca y la cierro un par de veces porque… joder sí sé lo que soy para él. Pero el anhelo que tiene mi corazón como rehén, esta necesidad impulsiva de estar a su lado porque sé que está sufriendo, no importa si eso significa lanzarme de cabeza a la incertidumbre… No puedo negar lo que él es para mí. Retiro las zapatillas de cuero de mi uniforme de gala, son más peligrosas que cualquier otra cosa, ¿y con este viento? Bueno, vamos a ver cómo va—. Sólo soy... suya.

—¿Cuándo te di la impresión de que me importa una mierda lo que la gente piense de mí? —Una comisura de su boca se eleva, y ahora es en todo en lo que puedo concentrarme, maldita sea—. Sólo me importa lo que piensen de ti.

—Si no lo usas, me ofenderé personalmente. —Cruza los brazos sobre su pecho y estudia el aparejo—. Teniendo en cuenta que lo hice para ti y casi me quemé vivo en el proceso de tratar de ponérselo. —Levanta una ceja hacia Tairn—. Aunque él ayudó a diseñarlo, debo agregar.

—Los primeros modelos eran inaceptables, y tuviste el descaro de pellizcarme las escamas del pecho cuando lo ensamblaste torpemente esta mañana. —Los ojos dorados de Tairn se estrechan en Xaden.

Lo cual fue casi tan saludable como los años que pasó tolerando apenas mi existencia porque no era perfecta como Brennan o una guerrera como Mira —No debería estar diciendo estas cosas. Estos son los pensamientos que las familias guardan detrás de sus puertas para que puedan usar su reputación pulida y perfecta como una armadura cuando están en público.

—Ella no te conoce muy bien, entonces —comenta Xaden, manteniendo el ritmo de mis furiosos pasos.

Resoplo.

—O ella ve a través de mí.