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Catalin Partenie

La madriguera dorada

Amor, revolución y rock 'n' roll. En pleno declive del régimen de Ceausescu, tres jóvenes rebeldes se reúnen en un almacén olvidado y eligen la música como refugio.
Diciembre de 1988. El crepúsculo del comunismo rumano. Paul es estudiante de filosofía, pero consigue que lo expulsen de la facultad, porque su sueño es tocar la batería en un grupo. Fane está todavía en el instituto y se ha agenciado una guitarra eléctrica y una radio vieja que usa como amplificador. Solo se sabe el comienzo de «Mistreated», de Deep Purple. Pronto empiezan a quedar en el almacén de un teatro para ensayar. Oksana tiene 20 años y es camarera en un restaurante de provincias. En sus días libres los visita, les trae comida, consigue una mesa, un sofá, sillas. Cuando llega la Nochebuena bautizan el lugar como «la Madriguera Dorada». La Madriguera Dorada es una novela divertida, agridulce y conmovedora. Una historia íntima del poder redentor del arte más allá del telón de acero.
134 printed pages
Copyright owner
Bookwire
Original publication
2022
Publication year
2022
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Impressions

  • Carlos Vasquezshared an impression2 years ago
    👍Worth reading

  • Dianela Villicaña Denashared an impression2 years ago
    👍Worth reading
    🔮Hidden Depths
    💧Soppy

  • Christian Danielshared an impression2 years ago
    👍Worth reading

Quotes

  • Carlos Vasquezhas quoted2 years ago
    El materialismo era su caballo de Troya. ¿Y qué había escondido en él? La idea de que la justicia es igualdad. Y con igualdad se refería a que nadie debía tener más que otro. Pero, date cuenta, la materia no se puede compartir de forma igualitaria. Las ideas, en cambio, sí. Lo que Marx tenía en mente era, en realidad, lo siguiente: nadie debe tener más ideas que otro. Así alcanzaremos la igualdad y la justicia.
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    Eres un milagro, Victor. Entré en Facebook con la esperanza de que una chica de la que me enamoré cuando era niño me encontrase, pero no me encontró. Y ocurrió que una noche, de la nada, me pediste que fuera tu amigo. No sabía que existías. Estaría bien vernos, si te apetece, cuando hayas leído esto. Y si Oksana no te deja, no le hagas caso
  • Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
    En el salón había una fotografía en blanco y negro enmarcada: tu abuela con tu padre en brazos el día que salieron de la sala de maternidad. Ham con Paul. Están en una calle concurrida, frente a la puerta de la maternidad, y al lado de la puerta hay un buzón grande. Ham se cortó el pelo; estaba cansada, pero le brillaban los ojos de felicidad. Miraba al objetivo de la cámara como si fuera una bola de cristal que le daba esperanza

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