¿Y no hay posibilidad de olvidar, que con el tiempo la memoria sea menos persistente y aminore la intensidad del dolor?
—No, eso sería lo más terrible de todo, lo inadmisible. Esta búsqueda continua de recuerdos, de pequeñas cosas como un olor, un sonido, o una palabra, que reconstruyan dentro de uno lo que se ha ido, es lo único que nos queda, lo único que sostiene y ayuda a seguir viviendo.