Utilice su ausencia para crear respeto y estima. Si la presencia reduce la fama, la ausencia la aumenta. Un hombre que, al permanecer ausente, es considerado un león, se convierte, cuando presente, en alguien común y ridículo. Los talentos pierden su lustre si nos familiarizamos demasiado con ellos, dado que es más fácil ver la corteza externa de la mente que su rico interior. Incluso los genios más destacados hacen uso del retiro, de modo que la nostalgia generada por su ausencia los vuelva más estimados.