¿Alguna vez os habéis preguntado? «¿Cómo he terminado aquí?». ¿Como si estuvierais en un laberinto, totalmente perdidas, y todo fuera culpa vuestra porque sois vosotras las que habéis decidido hacia dónde girar en cada bifurcación? Sabéis que hay muchas rutas por las que podríais haber salido, porque oís a gente que ríe desde el exterior del laberinto, gente que lo ha logrado. A veces ves a esas personas entre los setos, sonriendo. Una figura evanescente entre el follaje. Parecen superfelices por haber salido del laberinto, pero no te haces mala sangre por ellos, aunque sí por ti misma, por no ser capaz de averiguar cómo se sale. ¿Os pasa? ¿O estoy yo sola en este laberinto?
P. D. Se me ha muerto mi gato.