es
Jenny Han

Siempre nos quedará el verano

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • b3220003121has quoted7 months ago
    Lo supe en mis entrañas. Que éste era el fin. Había tomado mi decisión y él también. Me había dejado marchar. Estaba aliviada, era de esperar. Lo que no había anticipado era que sentiría tal desconsuelo.
  • b1307568432has quotedlast year
    Éste es nuestro principio. Éste es el momento en el que se hace realidad. Estamos casados. Somos infinitos. Conrad y yo. El primer chico con el que bailé lento, el primero por el que lloré. El primero al que amé
  • b1307568432has quotedlast year
    Nos acabamos de casar
  • b1307568432has quotedlast year
    Fue en España donde recibí su primera carta. Cartas de verdad, escritas de su puño y letra. No le respondí, no al principio, pero siguieron llegando, una vez al mes, todos los meses. Volví a verlo por primera vez al año siguiente, en mi graduación. Y entonces lo supe.

    Mi chico es bueno y fuerte y generoso, como tú dijiste. Pero no me besa como Rhett besaba a Scarlett. Me besa aún mejor. Y tenías razón sobre otra cosa. Su apellido sí es Fisher.
  • b1307568432has quotedlast year
    —Yo también recibí una. Pero no era para mí. Era la de Con. Mi madre debió de confundirse con los sobres. Decía que sólo lo había visto enamorarse una vez. Y fue de ti
  • b1307568432has quotedlast year
    Así que no, no me regaló flores ni bombones. Me regaló la luna y las estrellas. El infinito.
  • b1307568432has quotedlast year
    —A veces pienso que no confiaré en ninguna otra chica como confío en ti —dijo.
  • b1307568432has quotedlast year
    —A veces pienso que no confiaré en ninguna otra chica como confío en ti —dijo.
  • b1307568432has quotedlast year
    —A veces pienso que no confiaré en ninguna otra chica como confío en ti —dijo.
  • b1307568432has quotedlast year
    Esa noche estaba en mi habitación haciendo los deberes cuando recibí un mensaje de Conrad. Decía: «Mira por la ventana». Salí a mirar, pensando que quizá habría una lluvia de meteoritos esa noche. Conrad siempre estaba al día de esas cosas.

    Lo que vi fue a Conrad, saludándome con la mano desde una manta a cuadros extendida en el jardín de casa. Me tapé la boca con la mano y solté un gritito. No podía creerlo. Metí los pies en las zapatillas de deporte, me puse el abrigo encima del pijama de franela y bajé la escalera tan de prisa que estuve a punto de tropezar. Salté directamente del porche de casa hasta su brazos.

    —¡No puedo creer que estés aquí!

    No podía dejar de abrazarlo.

    —He venido directamente de clase. ¿Sorprendida?

    —¡Muy sorprendida! ¡Creí que ni te acordabas de que era San Valentín!
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)