No tengo palabras, es hermoso. Quiero dárselo a todos los adolescentes del país.
En mi adolescencia, al igual que Sebastián, viví la muerte de una persona cercana, la gente creía que por mi edad no entendería... tal vez el luto habría sido mas amable de haber tenido un libro como éste.
Desde que sabemos que le pasa a Marina es imposible que no se te forme un nudo en la garganta, Sebastián sonaba muy egocéntrico pero hay que tener en cuenta que solamente era un niño confundido intentando encontrar las respuestas que le fueron negadas porque no lo creían lo suficientemente capaz para entenderlas, por lo cual, tanto niños como adultos deberían leer este libro para entender la importancia de la salud mental. En cuanto a Laika, nuestra perrita astronauta, no me imagino la angustia que debió sentir de saberse sola en un lugar desconocido, pero sin duda, estoy segura que ahora ocupa un lugar especial en el universo.
Martha me sorprende con su capacidad para tratar el tema del suicidio entre las jóvenes y su complejidad