Narrado en forma de diálogo, el personaje “Consejero” le cuenta a un amigo su pasión platónica por Quintília, la soltera más codiciada de la ciudad de Río de Janeiro, que sentía una terrible aversión por el matrimonio. La amistad entre la pareja, surgida tras una apuesta entre el Consejero y su companero de trabajo João Nóbrega, alimenta las ilusorias esperanzas del protagonista de declararse a la joven y, finalmente, casarse con ella. Machado de Assis, en este cuento, ironiza sobre la institución matrimonial, jugando con la fuerza pasional y sus deseos.
