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Grégoire Delacourt

Bailar al borde del abismo

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  • Helena M.Morahas quoted6 years ago
    leer también es escribir. Una vez cerrado el libro, lo prosigues
  • Pony Neónhas quotedlast month
    Las perdía a todas del mismo modo: una buena mañana, rompían la cuerda, se iban a la montaña y allí el lobo las devoraba. Ni las caricias de su amo, ni el miedo al lobo, nada las retenía. Al parecer, eran unas cabras independientes, que ansiaban a cualquier precio el aire libre y la libertad
  • Pony Neónhas quotedlast month
    Cuanto yo amaba está aquí, mi carne, mis pecados, mis alegrías, mis hijos, e incluso Olivier y nuestras últimas semanas juntos, que me enseñaron que el amor carece de límites, que soy hija de Pentesilea y de Cio-Cio San, y que la hoja de un cuchillo también puede abrir caminos
  • Pony Neónhas quotedlast month
    Los que nos aman acaban abandonándonos, pero llegan otros
  • Pony Neónhas quotedlast month
    La mujer que Alexandre descubrió y que entregué sin disimulo y sin mentira, esa que aprendí a amar, pese a su huida, su sorda vergüenza, pese a su cobardía de rana de zarzal, esa mujer que él descubrió en mí es hermosa
  • Pony Neónhas quotedlast month
    Fue su bofetada. Comprendí que usted lo amaba y que lo había perdido, comprendí que yo lo amaba y no quería perderlo. Manon me ha dicho que quería que lo salvaran.
    Entonces estrecho entre mis brazos a esa chiquilla fascinante, apenas mayor que mi hija de más edad, ese torbellino, y le murmuro tu nombre, Alexandre, le digo que eres tú quien lo has salvado, tú quien me has abandonado
  • Pony Neónhas quotedlast month
    Por fin!, dijo el pobre animal, que ya solo esperaba al día para morir; y se tendió en el suelo con su hermoso pelaje blanco todo manchado de sangre…
    Entonces el lobo se arrojó sobre la cabrita y se la comió.»
  • Pony Neónhas quotedlast month
    y de repente la habitación, como una zona de batalla tras una evacuación, se queda desierta
  • Pony Neónhas quotedlast month
    Introduzco un primer comprimido en su boca. Un segundo. Un tercero. Un sorbo de agua. Traga. Después otros comprimidos. Diez. Once. Doce. Todos los de la caja que se supone que he perdido. Le digo hasta la vista. Se los traga todos. Sin hacer muecas. Sin sufrir.
    Su sonrisa
  • Pony Neónhas quotedlast month
    Gruñe.
    Le digo que lo siento mucho, pero es la hora de los medicamentos.
    Le digo que lo amo.
    Sus ojos siguen cerrados. Sus labios sonríen. Intenta desvestirse. Quiere morir desnudo.
    Y mis dedos bailan…, pero de espanto
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