debes sostener intensamente, en tu vida cotidiana, la visión del no yo, la transitoriedad y la vacuidad, y ver, cuando observes a una persona, un pájaro o una piedra, su naturaleza vacía. Es entonces cuando se convertirá en una visión liberadora, muy diferente a la mera especulación sobre el significado de la vacuidad. Tienes que ver realmente, tanto en los demás como en ti mismo, la naturaleza de la vacuidad. Y cuando la visión profunda esté presente, habrás visto la naturaleza de interser y dejarás de tener miedo, de verte limitado y de sentirte víctima de la separación y la discriminación