La Asociación de Psicólogos Estadounidenses (APA por sus siglas en inglés) había presentado un breve amicus curiae en este caso, haciendo hincapié en que los adolescentes (es decir, sus cerebros) son tan inmaduros que no pueden estar sujetos a las normas penales de los adultos a la hora de aplicarles una sentencia. Resulta que la misma APA presentó un resumen algunos años antes en un caso diferente, recalcando el hecho de que los adolescentes son lo suficientemente maduros como para ser capaces de elegir si abortar o no, incluso sin el consentimiento de los padres.