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Betty Smith

Creix un arbre a Brooklyn

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  • nataliahas quoted5 months ago
    Observó el patio. Habían cortado el árbol cuyas hojas como sombrillas se enroscaban por encima y por debajo de la escalera de incendios porque las mujeres se quejaban de que la ropa que colgaban a secar se enredaba en las ramas. El propietario del edificio había enviado a dos hombres para que lo derribasen a hachazos.

    Pero el árbol no había muerto: subsistía aún
  • nataliahas quoted5 months ago
    Tan parecido a papá… Tan parecido a papá», pensó. Pero sus facciones tenían más carácter que las de su padre. Él la saludó con el brazo y desapareció
  • nataliahas quoted5 months ago
    Era tan apuesto que a su lado Francie se sentía enjuta y descolorida.
  • nataliahas quoted5 months ago
    Salió y observó detenidamente aquella pobre y pequeña biblioteca. Sabía que jamás volvería a verla. Todo cambia después de mirar cosas nuevas. Si en el futuro alguna vez volviese por allí lo vería todo distinto de como lo veía en ese momento. Y era justamente así como quería recordarlo.

    No, jamás volvería a su antiguo barrio.
  • nataliahas quoted5 months ago
    —Recuerdo que eras una chiquilla flaca, de piernas largas. Me parece que algún día serás una mujer hermosa; bonita no, pero sí interesante.
  • nataliahas quoted5 months ago
    Le dio el anillo para sellar lo que él llamaba «nuestro entendimiento». Por supuesto, dijo, tendrían que pasar cinco años antes de que estuviera en condiciones de casarse. Entonces ella ya tendría edad suficiente para estar segura de sí misma, y, si aún persistía el entendimiento, le rogaría que aceptase otra clase de anillo. Puesto que Francie tenía cinco años por delante, la responsabilidad de tomar una decisión con respecto a Ben no le pesaba gran cosa
  • nataliahas quoted5 months ago
    —No. Y nadie jamás será… papá. Pero, aparte de eso, es un hombre amable.

    —Laurie sí que va a tener una vida fácil.

    —Annie Laurie McShane. Jamás pasará por las penurias que pasamos nosotros, ¿verdad?

    —No. Pero tampoco se divertirá tanto como nosotros.

    —¡Caramba! Cómo nos divertíamos. Cierto, Neeley.

    —Ya lo creo.

    —Pobrecita Laurie —dijo Francie con lástima.
  • nataliahas quoted5 months ago
    —¡No! No quiero necesitar a nadie. Quiero que alguien me necesite a mí… ¡Quiero que alguien me necesite!
  • nataliahas quoted5 months ago
    —Comprometido —dijo él con amargura—. Todo el mundo está comprometido. En un pueblo todo el mundo está comprometido, o casado, o anda enredado. No hay otra cosa que hacer allí. Uno va al colegio. Empieza por acompañar a alguna chica hasta su casa, quizá por la sola razón de que vive cerca. Uno crece. Ella le invita a fiestas en su casa. Es invitado a otras fiestas familiares y se le dice que vaya con ella. Hay que acompañarla a casa. Pronto sucede que nadie más la saca a pasear. Todo el mundo cree que es la preferida de uno, y entonces… Bueno, si no la invita a salir de paseo, empieza uno a sentirse un sinvergüenza. Y luego, como no hay otra cosa que hacer, uno termina casándose. Y las cosas andan bien si ella es una muchacha decente (y por lo general lo es) y uno tiene por lo menos algo de decencia. No hay lugar para una gran pasión, sino para un bienestar monótono y pálido.
  • nataliahas quoted5 months ago
    ancie rodeó los hombros de Lee con su brazo y apoyó la mejilla sobre la chaqueta. Pensó, lo mismo que Katie diecisiete años atrás, cuando estaba bailando con Johnny, que aceptaría cualquier sacrificio o pobreza por retener a aquel hombre con ella para toda la vida. E igual que Katie, Francie ni siquiera pensó en los hijos que quizá tendrían que ayudar a soportar la pobreza y los sacrificios.
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