Es la mañana después de navidad y Librado sufre lo que él denomina “el eco de un dolor”, algo que no le ha permitido dormir después de la fiesta. Lo atribuye a los excesos de la noche anterior e intenta conciliar el sueño. Pero no lo logra. El eco deja de serlo y se vuelve un dolor, no que no pasa y que lo llevará a un recorrido por salas de urgencias, hospitales y médicos especialistas para tratar de encontrar la causa. El dictamen médico altera por completo su vida personal y familiar, y lo enfrenta a una nueva mirada sobre la vida. Poco a poco hace un viaje adentro de su cuerpo, adentro de sí mismo, que resulta apasionante y vital.