En realidad, en estas fiestas religiosas heredadas de la Edad Media había una amplia zona en que lo eclesiástico y seglar se mezclaban indistintamente. “En esta zona de extensión se mezclaba todo: cultura, moral, sentimiento romanesco de los episodios de la Historia Sagrada, sentimiento poético popular inspirado por esos episodios o por el amor que encendían en las almas líricas Cristo, Nuestra Señora, etcétera.”