Cuando un hombre asiente, entonces, ante lo que es falso, debes saber que no tiene el deseo de asentir ante lo falso: “porque a ningún alma se le roba la verdad sin su consentimiento”, como dice Platón, pero lo falso le parecía cierto». Pero eso resulta intrigante, ¿no le parece? La cuestión es que nadie se equivoca a propósito. Hagamos lo que hagamos, creemos que es lo correcto que debemos hacer, de acuerdo con el criterio que hemos desarrollado o adoptado para establecer la acción correcta