Massimo Zane

Aunque el tren del que hablábamos en la primera parte de esta lección pudiera aparentar tener un sonido más musical que el del tráfico urbano, por supuesto no se trataba aún de música.

Los sonidos que nosotros percibimos, todos los sonidos que percibimos, son ondas que se propagan por el aire. En efecto, para llegar a nuestro oído, las ondas sonoras necesitan un medio elástico como es el aire. Las ondas suelen representarse gráficamente de esta forma:

Hoy en día se utiliza un conjunto de cinco líneas, llamado pentagrama, que ya por sí solo permite alinear sin equívocos once alturas distintas.

Además, para representar notas más altas o más bajas que las situadas en el pentagrama, se utilizan las líneas adicionales que permiten una identificación segura también de estas notas

El compás

Si los tiempos fuesen todos iguales entre sí en importancia e intensidad, tal como los ejecuta el metrónomo, no habría motivo alguno para reunirlos en grupos de cuatro, y hablar de 4/4, en lugar de en grupos de tres, seis, siete, etc.

En realidad, lo que hace que la métrica sea perceptible es la disposición (jerárquica) de los acentos musicales.

En toda métrica, al primer tiempo de cada compás le corresponde un acento fuerte; los acentos secundarios varían, en cambio, de una métrica a otra.

Si los tiempos fuesen todos iguales entre sí en importancia e intensidad, tal como los ejecuta el metrónomo, no habría motivo alguno para reunirlos en grupos de cuatro, y hablar de 4/4, en lugar de en grupos de tres, seis, siete, etc.

En realidad, lo que hace que la métrica sea perceptible es la disposición (jerárquica) de los acentos musicales.

En toda métrica, al primer tiempo de cada compás le corresponde un acento fuerte; los acentos secundarios varían, en cambio, de una métrica a otra. En su forma más frecuente, el compás de 4/4 tiene un acento fuerte en el primer tiempo, uno «mediofuerte» en el tercero, y acentos débiles en el segundo y en el cuarto.

En el caso más sencillo (subdivisión binaria), cada tiempo se compone de dos partes, llamadas dar (tesis) y alzar (arsis).