María Del Valle Castillo

Porque en esta lucha poco vale soñar si no se dan al final… casualidades.

Los buscadores de paraísos se hacen su propio infierno [...] bálsamo calmante para las heridas que nunca cicatrizarán”

los pesares de los demás me sirven para matizar y ver que mi realidad es bastante privilegiada.

algunas realidades francamente nos rebasan. Esas por ahí se quedan, mellando nuestro corazón y tal vez nos hagan sentir culpables pero al final pasan a habitar un universo paralelo; por ahí las acomodamos en una dimensión que de repente nos alcanza pero a la cual intentamos no mirar de frente:

Todos necesitamos una dosis de fantasía al día.

Equivócate, carajo! ¿Qué más te da? No seas tan obtusa, arriésgate, estás viva, ¿qué te detiene? ¿Sabes que nos merecemos ser felices? ¡Apúntate al festín!

La vida, Elisa, ya es demasiado cruel, sórdida, injusta, irracional, violenta y jodida como para quedarnos estancados en esas miserias. En pleno siglo xxi todos estamos ávidos de un mundo mejor,

Tengo el blues de la mañana y tres relojes que se atrasan,

tengo un disfraz pero no es carnaval y esta locura que no puedo parar. Todos se piensan que estoy triste desde que tú te fuiste de casa y me preguntan qué te pasa y y

hay muchos caminos por recorrer y no todos llevan a Roma.