Lev N.Tolstói

  • Iván Daniel Rodríguez Cruzhas quoted2 years ago
    Entonces un nuevo rostro entró en el salón. Era el joven príncipe Andréi Bolkonski, marido de la pequeña princesa. El príncipe Bolkonski era un joven no demasiado alto, muy guapo y de rasgos secos y marcados. Todo en su figura, desde la mirada cansada y aburrida hasta el paso silencioso y regular, contrastaba fuertemente con su pequeña y jovial mujer. Al parecer no solo conocía a todos los presente, sino que ya le aburrían tanto que mirarlos y escucharlos le causaba un inmenso tedio.
  • Luis Quijanohas quotedlast year
    para la grandeza el mal no existe: no hay atrocidad que pueda atribuirse a quien es grande
  • Luis Quijanohas quotedlast year
    reconocer la grandeza inconmensurable como medida del bien y del mal no es más que reconocer la insignificancia y la inconmensurable pequeñez de uno mismo
  • Luis Quijanohas quotedlast year
    la franqueza de su propia falsedad, así como su espléndida y presuntuosa mediocridad lo hacen
  • Montserrat Macías Torreshas quoted2 days ago
    Un terror físico a la oscuridad eterna, a una nada que todo lo engullía. Aquello le provocó una profunda crisis y ya nunca pudo olvidar la «noche de Arzamás», que describiría con gran crudeza en Memorias de un loco.
  • Montserrat Macías Torreshas quoted2 days ago
    Era hijo de un funcionario que había hecho carrera por distintos ministerios y departamentos de San Petersburgo, un tipo de carrera que sitúa a ciertos hombres en una posición de la que, a pesar de resultar evidente que no sirven para desempeñar ninguna tarea importante, no pueden ser expulsados debido a sus largos años de servicio y a su rango, y consiguen puestos ficticios, inventados para ellos, además de un sueldo de entre seis mil y diez mil rublos nada ficticios con los que viven hasta la ancianidad.
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