Muy fuerte este libro. Me ha transmitido rabia, tristeza e impotencia saber que tanta gente murió por ir en contra de un régimen abusador. Me hizo recordar la situación que se vive en México, mi país, donde las historias de desaparecidos y torturas son similares. Terrible lo que llega a hacer el poder.
Hay un hombre, que harto de oler a muerto, decide hablar. Yo torturé, dice, y cuenta una historia que no es sólo suya. Hay una mujer que piensa en ese hombre y entrelazando su propia imaginación y su memoria reconstruye esa historia, que es la historia de todo un país. Un libro denso y duro de leer, pero tan bien escrito que resulta ágil y de fácil lectura.