Nicole repasó mentalmente las personas a las que no podía pedir ayuda. Su mente funcionaba así, en negativo. Antes de decidir quién podría ayudarla, descartó a aquellos que no la comprenderían. Sus padres estaban en primer lugar. La policía, inmediatamente después. Sus amigas eran una posibilidad, pero eran débiles e histéricas y Nicole sabía que entrarían en pánico antes de que les explicara siquiera una pequeña parte de lo que había sucedido.