Sherry Turkle

Todo ello representa una huida de la conversación, al menos de las conversaciones espontáneas y sin un objetivo establecido, aquellas en las que jugamos con las ideas, en las que nos permitimos estar plenamente presentes y ser vulnerables. Sin embargo, estas son precisamente las conversaciones en las que florecen la empatía y la intimidad y en las que la acción social gana fuerza. Estas son precisamente las conversaciones en las que se impulsa esa colaboración creativa que es imprescindible tanto en la educación como en los negocios.

Y desarrollar la capacidad para la soledad es una de las tareas más importantes de la infancia, de cualquier infancia

Hace tiempo que la psicología del desarrollo defiende la importancia de la soledad. Y ahora también lo hace la neurociencia. Únicamente cuando estamos a solas con nuestros pensamientos —cuando no reaccionamos a estímulos externos— activamos la parte de la infraestructura básica del cerebro dedicada a construir un sentido estable de nuestro pasado autobiográfico

Así pues, sin soledad, no podemos construir un sentido estable del yo. Sin embargo, los niños que han crecido en la era digital siempre han vivido bajo los efectos de un estímulo externo. Cuando están en internet, sus mentes no vagan libres, sino que están presas y divididas

En ocasiones, dicen que necesitan compartir un pensamiento o sentimiento para poder pensarlo y sentirlo de verdad. Esta es la sensibilidad del «comparto, luego existo». O, dicho de otra manera: «Quiero sentir algo; así que necesito enviar un mensaje

En los últimos años, los psicólogos han hecho nuevos descubrimientos sobre cómo las ideas creativas proceden de las ensoñaciones de la soledad.8 Cuando dejamos que nuestras mentes vaguen, liberamos a nuestro cerebro. Nuestro cerebro es más productivo cuando no se le exige reaccionar a nada

Los apartamos de los rostros y las voces humanas porque dejamos que las pantallas hagan lo que antes hacían las personas como, por ejemplo, leer a los niños y jugar con ellos

Su concentración lo señala como no disponible para unirse a una ronda de frisbee o, quizá, a una carrera a ver quién llega antes a la cima de las barras

Y, a diferencia del tiempo pasado en la naturaleza o leyendo un libro, en el que su mente vagaría, la experiencia de su juego online lo ata constantemente a la tarea que está realizando

Si no nos familiarizamos con las satisfacciones de la soledad, solo conoceremos el pánico del aislamiento