A ratos me aterroriza la idea de acomodarme en el concepto de ser «solo» una madre, mientras que, al mismo tiempo, no me disgusta. ¿Me pasa esto por mi absoluta ausencia de ambición laboral? Me da miedo pasar por la vida sin más y, a la vez, pensar en vivir así ¡me da una paaaaaaz! Quizá sea solo un atajo para evitar darle una vuelta a aquello que llaman «propósito en la vida»