Nina Varela

Ella era el vendaje para una herida que por ahora era menor, pero que tenía el potencial de infectarse con el tiempo.

el amor no trae más que muerte

era mejor hacer lo correcto que ser amable.

si me rindo, ¿para qué me he mantenido viva?».

Si una araña teje su telaraña para atrapar moscas, pero lo que atrapa es una mariposa, ¿qué hace la araña?

Benjy no dijo nada.

—Se come a la mariposa —dijo Ayla

—La humanidad está en sus actos, señora mía. No en cómo fue creada

«Siempre fíjate en los ojos. Así podrás saber si una criatura es humana. Todo está en los ojos».

No se puede confiar mucho en este mundo, pero se puede confiar en esto: el amor no trae más que muerte. Donde hay amor, aparecerá la muerte, como un lobo que anda rastreando a un ciervo herido. Oliendo la sangre en el aire.

Y, sin embargo, ahí estaba: el impulso. La atracción.

Algo caía en su interior como una especie de ley.

Supuestamente nos casamos por amor —respondió Ayla al fin. La palabra era como una semilla amarga en su lengua. Nunca se había enamorado. No así. Pero había sentido amor… por su familia.

Crier frunció el ceño.

—Eso parece… una mala idea.

—Estoy de acuerdo.

La voz de Crier tomó un tono más suave, apenas audible.

—Suena como algo que podría provocar mucho sufrimiento.