Kylie Scott

Asunto concluido. Me llevaría el secreto a la tumba. Nadie se enteraría jamás de mi tremenda irresponsabilidad etílica

Y ahí estaba yo, que procuraba hacer de mediadora, la experta en no levantar olas en el océano, así que… ¿qué demonios hacía ahora en mitad de aquel maldito tsunami?

De niña siempre me había conformado con poco

situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas

La locura se extendía detrás de Sam. La gente no dejaba de gritar, parecía una película. Si el día a día de David consistía en lo mismo, no me imaginaba cómo podía vivir

Por primera vez mi padre me pareció un hombre viejo e inseguro. Además, se trataba de mi problema, no del suyo

No cabía duda de que Stage Dive era un grupo importantísimo. De sus últimos dos discos habían salido varias canciones número uno en ventas.

Sam se detuvo para hablar con un hombre apoyado en la pared que bebía de una botella de cerveza. Llevaba un aro de plata en la nariz, y su melena rubia le caía por la cara. Tenía el mismo aire guay de David, con unos jeans negros y una camiseta desgastada. Desde luego, la gente de dinero es para darle de comer aparte.

Cerré la boca antes de que alguien se diera cuenta de que estaba alucinando. Pero es que, de verdad, era increíble

Maldita sea, ¿cómo podía haberle olvidado? No había palabras para describir la impresión que producía ese hombre en la vida real