José Ingenieros

cuando se te anuda la garganta al recordar la cicuta impuesta a Sócrates, la cruz izada para Cristo y la hoguera encendida a Bruno;

llevas en ti el resorte misterioso de un Ideal.

Custódiala; si la dejas apagar no se reenciende jamás

Los ideales son formaciones naturales. Aparecen cuando la porque circunstancias propicias determinan su imaginación puede anticiparse a la experiencia. No son entidades misteriosamente infundidas en los hombres, ni nacen del azar. S

Los hombres sin ideales son cuantitativos; pueden apreciar el más y el menos, pero nunca distinguen lo mejor de lo peor.

Para crear una partícula de Verdad, de Virtud o de Belleza, se requiere un esfuerzo original y violento contra alguna rutina o prejuicio;

La vida vale por el uso que de ella hacemos, por las obras que realizamos. No ha vivido más el que cuenta más años, sino el que ha sentido mejor un ideal; las canas denuncian la vejez, pero no dicen cuánta juventud la precedió. La medida social del hombre está en la duración de sus obras: la inmortalidad es el privilegio de quienes las hacen sobrevivientes a los siglos, y por ellas se mide.

He aquí una nueva base para la tolerancia: cada hombre necesita de su enemigo.

Evolucionar es variar; solamente se varía mediante la invención.

La vulgaridad es el aguafuerte de la mediocridad.