Lidia Herbada

En palabras terrenales: que vamos a tener que pedir en muchas ocasiones, como en baloncesto, «tiempos muertos», y otras veces expulsar a gente al banquillo y que no vuelva a jugar más.

Habrá muchos instantes en los que tengamos que reiniciar no solo el sistema.

Martina busca al grupo de los «en- tregados» con vida propia e independiente, un submundo por descubrir, ya que están como los protagonistas de la serie Lost, perdidos en una isla

Así que te recomiendo que la hagas reír, que no ha- bles de dinero, ni de coches, ni de cosas superficiales que no le lleguen. Sé tú mismo, sé rural, sé sencillo, y tendrás a una mujer encantadora, divertida y, quizás, lo que estás buscando desde que te inscribiste.

Recuerdo un nick especialmente gracio- so: «Mefaltauntornillo»

Soltar un «xkdkdek» y al se- gundo decir que tu niño pequeño anda jugando con el mó- vil

—Creo que, a cierta edad, uno no debe tener tantas pre- tensiones como cuando se es joven. Alguien que te acom- pañe —dijo, con los brazos cruzados.

—Vaya, pareces que hablas de mi perrita Mora.

Martina cree en el amor sin previo aviso. Un día lo ves y de pronto el corazón se agita como una bolsa de palomi- tas en el microondas

Siento que le quiero, siento que le quiero...». La sensa- ción es como cuando tu equipo marca gol y ya le ves ga- nando la liga

Demasiado difíciles son las relaciones como para que vengan de fábrica con tantas cargas, y encima sin estar ena- morada.