es

Selma Ancira

  • Victor Avilés Velazquezhas quoted2 years ago
    No conozco influencias literarias, conozco influencias humanas.
  • Renato Blaz Ruizhas quoted7 days ago
    Soy todavía muy joven, siento que me falta algo, tengo ganas de algo
  • Renato Blaz Ruizhas quoted7 days ago
    Era una sensación como de una ingenua vanidad y tristeza al mismo tiempo. Todo a mi alrededor era tan hermoso y aquella belleza tenía un poder tan intenso en mí, que tuve la impresión de ser también yo bueno, y si algo me dolía, era que nadie me admirara.
  • Renato Blaz Ruizhas quoted7 days ago
    Y era ridículo y extraño oír que la campanilla siguiera sonando con tanta soltura y tanta alegría, y que Ignatka siguiera dando sus grititos, tan vivos y tan hermosos, como si fuera una soleada mañana de principios de enero y nosotros nos deslizáramos en plena celebración de la Epifanía por una helada calleja de pueblo; y lo principal, era difícil pensar que seguíamos yendo, aprisa, muy aprisa, hacia algún lugar lejos de donde en ese momento nos encontrábamos.
  • Renato Blaz Ruizhas quoted7 days ago
    Debo confesar que, pese al poco de miedo que sentía, el deseo de que nos sucediera algo extraordinario, quizá un poco trágico incluso, era en mí más fuerte que ese pequeño temor.
  • Renato Blaz Ruizhas quoted7 days ago
    Y se puso en marcha, la campanilla sonó, el trineo comenzó de nuevo a balancearse y el viento silbó bajo los patines. Y nosotros de nuevo navegamos por el infinito mar de nieve.
  • Ivana Melgozahas quoted2 years ago
    pero debo confesar que, gracias a esa aflicción, también me sentía yo joven, bonita, como todo el mundo me decía, y tenía la sensación de estar desperdiciando un segundo invierno allí, en el aislamiento de la aldea. Antes de que terminara el invierno, esa sensación de tristeza ocasionada por la soledad, y también el simple hastío, crecieron hasta tal punto que ya no salía de mi cuarto, no abría el piano ni tomaba un libro en las manos. Cuando Katia intentaba convencerme de que me dedicara a una u otra cosa, le respondía: «No tengo ganas, no puedo», pero lo que sonaba en mi alma era: ¿para qué? ¿Para qué hacer algo si de forma tan gratuita se desaprovechaban mis mejores años? ¿Para qué? Y a ese para qué no había más respuesta que las lágrimas.
  • Ivana Melgozahas quoted2 years ago
    Él, por el contrario, estuvo conversador, alegre, y no dijo ni una sola palabra a propósito de mamá, de modo que al principio esa indiferencia me resultó rara y hasta descortés por parte de una persona tan cercana. Pero luego entendí que no se trataba de indiferencia, sino de franqueza, y me sentí agradecida.
  • Ivana Melgozahas quoted2 years ago
    —¡Maria Alexándrovna! —sonó su voz—. Venga, toque alguna cosa para nosotros.

    Me resultó agradable que se dirigiera a mí de forma tan sencilla y amistosamente imperativa; me levanté y me acerqué a él.
  • Ivana Melgozahas quoted2 years ago
    Me encontraba bien con él, su compañía era agradable, pero al mismo tiempo, cuando conversaba con él, me sobrecogía una ligera inquietud. Me daba miedo cada una de mis palabras; tenía enormes ganas de merecer su amor, que ahora poseía sólo por el hecho de ser hija de mi padre.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)