Patricia Ramírez

Ser autocompasivo es ser humano contigo, tener licencia para equivocarte.

Puedes hacer muchas cosas aun no estando en tu mejor momento.

Deja de huir de tus miedos, de tus sensaciones y de todo lo que te incomoda. En esta sociedad en la que solo se quiere ser feliz a toda costa, se ha terminado confundiendo el estado de serenidad y bienestar con la ausencia de problemas y momentos duros. Y es un error. Porque parte de la felicidad pasa por el aprendizaje de los momentos difíciles que nos llevan a la superación personal.

disfrutar más de lo que ahora eres y tienes.

Son como son

iéramos!

Aceptar significa dejar de luchar y dejar de desesperarte por aquello que tú ahora no puedes cambiar.

Los cambios siempre requieren tiempo, organización y planificación, establecer prioridades y, sobre todo, sobreponernos a la pereza.

Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan reservas, nutrientes, un estado de salud óptimo para poder hacerse cargo de las situaciones problemáticas y de nosotros mismos. Si no cuidamos lo más básico, nos será difícil razonar desde la serenidad, mantener la esperanza para seguir luchando cuando necesitamos esa fuerza... Este tipo de actividades ayudan a regular nuestros neurotransmisores, claves para sentirnos tranquilos y con buen humor.

No dormir nos hace tontos, gordos y enfermos. Tontos porque al día siguiente disminuye nuestro rendimiento cognitivo; gordos porque con sueño se come más y peor, y enfermos porque las defensas bajan y el riesgo de enfermar aumenta. Se ha demostrado que el sueño regula la actividad de las células madre implicadas en la inmunidad.

No dormir genera desesperación, y en una situación así es muy fácil tirar de medicación. ¿Por qué es tan desesperante? ¿Qué función tiene el sueño? El sueño es reparador. La sensación de pérdida de tiempo, querer dormir y no poder, ver cómo pasan las horas es aburrido y desesperante. La falta de sueño te impide funcionar correctamente durante el día. Y entras en un círculo vicioso.