«masoquismo benigno», según la cual un tipo de personas se sienten atraídas por el ardor y otras sensaciones de peligro. Para ellas, ingerir guindillas sería una variante de montarse en una montaña rusa: en ambos casos, sostiene Rozin, aunque el cuerpo percibe el riesgo de tal actividad, en un nivel superior sabe que no corre peligro real y, por tanto, no ve necesario interrumpir el estímulo negativo.