Sería el movimiento peristáltico, la personificación del sistema simpático, por así decir. Por tanto, podría ser la personificación de todo lo que viene del cuerpo, la sexualidad y toda función vital física, así como de todos los hechos de la realidad: que las cosas cuestan dinero, que nuestra habitación está demasiado caldeada, que la cama está dura, que nuestra ropa es cara o que no hemos recibido cierto pago. Todas esas cosas serían ctónicas.