Lo atractivo de la muerte es que se trata de una solución; no importa lo que piensen los demás, no importa lo que diga la religión o el deber ser, la realidad es que, en efecto, la muerte es una solución al sufrimiento. Tal vez no es la única y de seguro tampoco la mejor, pero el simple hecho de considerar que puedes terminar con tu vida hace que te sientas un poco mejor y, solo por eso, ya representa una solución.