Cecilia Aura

No sé cómo

encuentra el tiempo

para escribir sus palabras

si tiene que hacer todo eso

y quizá debería conseguirse

¡A mí, a mí, a mí! ¡Escógeme a mí!
Y eso hicimos.
Lo escogimos a él.
Ya en el coche
puso su cabeza
contra mi pecho
y enroscó sus patas
alrededor de mi brazo
como diciendo
Gracias gracias gracias.
Y a los otros perros
en las jaulas
los matan a muerte
si nadie los escoge.

Coche azul, coche azul, que te enciendes en luz

en la oscuridad de la noche:

¿quién te vería pasar corriendo

como un cometa en el cielo?

Yo te vería en la noche,

coche azul, coche azul, que te enciendes en luz.

Yo te vería pasar corriendo

como un cometa en el cielo.