ciencia de la policía”, la cual no es más que el inmediato antecedente del derecho administrativo. La policía constituía la legalidad a la que se sujetaba la administración del Estado absolutista: según los teóricos de la época reunía los principios y reglas establecidos con el fin de procurar el “interés general y el bienestar de la comunidad”. La ciencia de la policía no fue otra cosa que “la doctrina científica del gobierno y administración interiores del Estado”, fenómeno que no fue exclusivo del desarrollo jurídico germánico, sino que también fue notorio tanto en Francia como en España