Eres una chica lista, Romeria. Creo que sabes muchas verdades –continúa hablando en voz baja–. Más de las que crees.
–¿Cómo sabes mi auténtico nombre? ¿Te lo dijo Korsakov?
Creía que no lo sabía, pero es capaz de averiguar cualquier cosa. Era capaz.
–Me lo dijo Malachi. Me dijo muchas cosas antes de enviarme en tu busca.