Con la revuelta y a través de ella se abre, en efecto, un tiempo singular que tiene algo que ver con un tiempo kairos. Para los autores del Comité Invisible y sus seguidores, la revuelta es de hecho una forma de kairos, pero aleatoria, puntual y que no debe despertar esperanza alguna. O, para decirlo de otra manera, es una utopía destemporalizada, que se juega y se reproduce sólo en el aquí y el ahora.