La Iglesia existe exclusivamente para atraer a los hombres a Cristo, transformándolos en pequeños Cristos. Si las iglesias no están haciendo esto, todas las catedrales, clérigos, misiones, sermones y hasta la propia Biblia son apenas un desperdicio de tiempo. Dios no se volvió hombre con otro propósito que este. Quién sabe si incluso todo el universo no fue creado para este fin.