Admiraba a los grandes liberales, creadores del México independiente después de la Intervención francesa (nuestros primeros universitarios llegados al poder); aquellos hombres que “parecían gigantes” (como dijo, repitiendo la frase de Antonio Caso): Juárez, Lerdo, Iglesias, Ramírez, Altamirano. Y le tocó ser discípulo y compañero algo más joven de otros gigantes (Caso, Vasconcelos, Reyes, Gómez Morin, Lombardo Toledano, en la Universidad