Alejandra Pizarnik

cuando la muerte se posa desnuda

en mi sombra.

Yo lloro debajo de mi nombre.

Afuera hay sol.

Yo me visto de cenizas.

¡Siento que mi lugar no está acá! (ni en ninguna parte quisiera decir).

Cansada de sostener las mismas vísceras

Cansada del mar indiferente a mis angustias

¡Cansada de Dios! ¡Cansada de Dios!

Cansada por fin de las muertes de turno

a la espera de la hermana mayor

la otra la gran muerte

dulce morada para tanto cansancio

Abrazada a la tierra. Tierra o madre o muerte, no me abandones aun si yo me he abandonado

Después de mucho tiempo logré encontrar mi perfil derecho tal cual es en mi mente, es decir, infantil. Cuanto al izquierdo, me horroriza.

Señor

Tengo veinte años

También mis ojos tienen veinte años

y sin embargo no dicen nada

Mis caricias un chorro reminiscente de

música sobre fuentes de Roma.

Nadie pudo huir aún de su territorio

anímico.

Todo es tan terso que mis lágrimas se

sublevan.