Ethel Lina White

esa mujer era todo un saco de prejuicios, una obstrucción en el saludable curso vital de la comunidad.

Más tarde, cuando tratara de reunir pruebas de lo que vería como una extraordinaria conspiración, sería esta discrepancia entre la voz juvenil y la figura de la solterona entrada en años la que la haría dudar de sus propios sentidos.

En cualquier caso, su recuerdo sería todo menos claro, pues no recordaría haber vuelto a mirar de nuevo de forma consciente a su compañera.

En cualquier caso, su recuerdo sería todo menos claro, pues no recordaría haber vuelto a mirar de nuevo de forma consciente a su compañera

Iris tenía también la sensación de que la escena en conjunto parpadeaba como en las películas de los primeros tiempos.

–Porque, aunque yo soy trabajadora, sé que esta gente acomodada y amable defiende muchas cosas buenas: la tradición, la caridad, el prestigio nacional... Quizá no piensen que somos sus iguales, pero su sentido de la justicia se encarga de que tengamos los mismos derechos

La locomotora embestía y se sacudía sobre los raíles con los espasmos de un borracho mientras vomitaba espirales de humo acre que pasaban volando junto a las ventanillas

«Saber idiomas me da una sensación de poder. Si en un vagón de tren estallara una crisis internacional y no hubiera intérpretes, yo podría intervenir y, quizá, alterar el destino del mundo».