ta. Pero la promesa de verdad se hizo en la Capital, en Puerto Madero, frente a una fragata adornada con banderitas de colores. Ese día los levantaron muy temprano. Salieron con la noche negra y viajaron semidormidos. El frío del Riachuelo los despertó al bajar en la ciudad de Buenos Aires. Se amontonaron en la Costanera mirando al río, junto a chicos y chicas de muchas escuelas. Les dieron un gorro tipo