Maia Figueroa

pasaría de largo; pero tú no, tú con tus vaqueros anchos de color rosa, un rosa como el del cerdito de La telaraña de Carlota, y ¿de

Tiemblo y me tomaría un Orfidal,

Trabajando en una librería acabas aprendiendo que la mayoría de las personas del mundo se sienten mal por ser quienes son.

Bueno —digo, y debería callarme y quiero callarme, pero tú me das ganas de hablar—

Saul Bellow, La víctima.

Mírate, acabas de nacer en mi mundo.

Quiero seguir aquí, prestarte toda mi atención

Todavía sigue aquí? Sí, todavía.

debería callarme y quiero callarme, pero tú me das ganas de hablar

No sé si sabes, pero no me dices que me calle como hacen otros a veces